viernes, 1 de agosto de 2014

La Contabilidad en Roma

Al fin de la República, cada jefe de familia con fortuna, anotaba por escrito las operaciones concernientes a la administración de sus bienes. Para ello tenían dos libros diferentes.
El primero, era una especie de borrador en que se consignaban diariamente las operaciones, Estas notas se llaman Adversarias.
El segundo era similar a un libro de Caja.

Mensualmente, el pater familia consignaba esas notas sobre el libro definitivo de caja: El libro de entradas y gastos, (Codex Accepti y Codex Expensi). En él, encontramos dos columnas o páginas frente a frente: la de los gastos (Expensa), y las de las sumas recibidas, (Accepta). Pues bien, la operación que consigna los pagos (egresos) sobre el Codex, llevaba el nombre de Expensilatio, y la que consignaba las sumas recibidas (ingresos), Acceptilatio. La comparación de estas dos columnas permitía conocer el saldo deudor o acreedor. Estas inscripciones correspondían a operaciones reales; es decir, efectivamente realizadas y se les denomina Nóminas arcadias (inscripciones relativas a la, caja o cofre). Dichas inscripciones no generaban ninguna obligación, se limitaban a constatar hechos, servían de medios probatorios (como son los préstamos por el nexum). 

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